¿Cuáles son algunos de los signos de los TEA?
Es probable que los que sufren de TEA tengan problemas sociales, emocionales y de comunicación. También es probable que repitan conductas y no quieran cambiar sus actividades diarias. Muchas personas con TEA también tienen diferentes maneras de aprender, prestar atención y reaccionar ante las cosas. Los TEA comienzan en la infancia y perduran durante toda la vida de una persona.
Los niños o adultos con TEA puede que:
- no jueguen a imitar a los grandes (por ejemplo, dar de ““comer”” a la muñeca para imitar a la mamá)
- no señalen objetos para mostrar interés (señalar un avión que está volando cerca)
- no miren objetos que otras personas les estén señalando
- tengan problemas para relacionarse con otros o no estén interesados en ellos del todo
- eviten el contacto visual y prefieran estar solos
- tengan problemas para comprender los sentimientos de otras personas o para expresar sus propios sentimientos
- prefieran que no los abracen o permitan que lo hagan solo cuando ellos lo desean
- aparenten no percatarse cuando otras personas les hablan, pero responden a otros sonidos
- estén muy interesados en otras personas, pero no sepan cómo hablarles, jugar o establecer contacto con ellas
- presenten ecolalia, es decir, repiten palabras o frases que se les dicen en vez de responder y usar la forma normal del lenguaje
- tengan problemas para expresar sus necesidades mediante palabras o movimientos
- repitan las mismas acciones una y otra vez
- tengan problemas para adaptarse a cambios en la rutina
- reaccionen de manera extra ña a la forma en que las cosas huelen, saben, se ven, se sienten o suenan
- pierdan las destrezas que en algún momento tuvieron (por ejemplo, dejan de decir palabras que estaban usando anteriormente)
Si su hijo tiene menos de 3 años debe ir al Departamento de Salud, a los programas de Intervención Temprana. Si tiene más de 3 años le corresponde el programa de Educación Especial del Departamento de Educación. Regístrelo por sospecha de Autismo y solicita que lo evalúen. Estudie sus derechos como padre. La evaluación de autismo debe hacerse por un sicólogo, un patólogo del habla y un terapista ocupacional. Es importante que tengan experiencia en esta población. Es importante que también lo evalúe un Neurólogo y un Geneticista para descartar otros desórdenes. Es importante que además del diagnóstico se establezcan las recomendaciones para trabajar con las necesidades del niño. De esta manera se podrá trabajar en desarrollar sus habilidades.
Busque información, edúquese en torno al Autismo.
Los padres que viven la realidad del Autismo podrán brindar apoyo y compartir experiencias.
En la actualidad, el tratamiento más importante para los TEA es la enseñanza estructurada de destrezas, y la dieta sin gluten y caseína. Es muy importante empezar la intervención tan pronto sea posible para ayudar al niño a alcanzar su máximo potencial.
¡Actuar rápido puede hacer una gran diferencia!
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